sábado, 11 de diciembre de 2010

Vivir a todo color IV

El frío se colaba por los huecos que había dejado su abrigo al salir corriendo. El bar donde se encontraba no era gran cosa, un poco cutre y sin calefacción, aunque con buena música pues de fondo sonaba "Leave out all the rest" de Linkin Park. Fue entonces cuando se puso a hacer memoria de lo que había sucedido.



Unos minutos antes...

-Oye tío, en serio, cuando vas a venir... sí, dijiste que estubiera a las diez... no, no me vale... bua, paso... me doy una vuelta y vuelvo a casa... jamás se puede contar contigo tío... va, adiós, ya hablamos Jorge- mira que no decirle antes que no podía. En fin, ahora le tocaba darse una vuelta, porque como le había dicho a sus padres que se iba y llegaría tarde, ellos habían montado una super fiesta para abueletes en su casa. Vamos, genial.

Empezó a dar una vuelta por allí cuando vió a Eva, pero no estaba sola. El tipo que la acompañaba era un guaperas de libro, alto, musculoso y sobre todo chulo, o al menos lo parecía. Se iba a acercar cuando lo vió. No quería creerlo, no podía ser cierto, pero sus ojos le decían lo contrario. Miró fijamente la esclava de plata que llevaba en la muñeca, era un regalo que ella le hizo justo ayer por su cumpleaños, ¿cómo podía hacerle hoy esto? ¡Besarse con otro un día después de que le dijera que le amaba más que a nadie en este mundo! Sin pensarlo un minuto más fue directo hacia ellos. Al verle, a Eva, se le desencajo la cara, y al chulito se le pintó una burlona sonrisa en la cara. A él, le dió un puñetazo en plena cara, el cual sinceramente le dolió bastante, todo sea dicho, y a ella le tiró a la cara la pulsera, la cual ,seguramente, solo fuera una señal de arrepentimiento. Después de esto salió corriendo, por dos imperiosos motivos: primero, para no recibir el golpe de vuelta de aquel gorila, y dos, para olvidar cuanto antes la cara de esa persona a la que tanto quería y que tantísimo daño le acababa de hacer. Tocado y hundido.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Algo más que amigos IV

Las agujas del reloj que colgaba de la pared del salón parecían repiquetear en sus oidos cada vez que marcaban los minutos. Esperaba esa llamada pero no tenia claro que respondería. Llevaban más de una semana sin hablarse, pues después de lo ocurrido en aquel bar, en concreto lo que ella le había contado, no le había vuelto a dirigir la palabra. ¿Cómo no se lo había dicho desde el principio?

El teléfono sonó sin previo aviso y, pese a que lo estaba aguardando, se sobresaltó.

-Sí, digamé- quizás el tono fue demasiado agudo

-Em, sí, perdone, ¿está Luz?- un momento, no podía ser Vera porque era un chico, entonces, ¿quién era?

-Sí, claro, soy yo

-Ah! Hola Luz, no te había reconocido. - era Víctor, su mejor amigo- es que te llamo para saber si haces algo este finde, porque como ultimamente no tienes otros planes que quedarte en casa sola y aburrida...

-Pues resulta que este finde estoy muy atareada, veamos, tengo que leer un poco, dormir, ver la tele, y vaguear, así que no se si tendre tiempo- ambos nos empezamos a reir, a bromear, a vivir; de hecho, de repente tube la sensación de que llevaba días en estado de coma y acababa de despertar

-Bueno, ya veo que tienes la agenda apretadisima, pero es mi obligación robarte la tarde del sábado, porque estoy tan deprimido y llevo tantos días solos en mi casa leyendo, durmiendo viendo la tele, y ¿qué más era? ah sí, vagueando, que necesito salir aunque sea un rato, ¿me harás ese favor?- siempre tan irónico y graciosillo

-De acuerdo, lo haré por ti, pero después vuelves a tu cama para dormir leer y lo que se te antoje sin que te molesten ¿de acuerdo?

-Prometido- no sé cómo pero al final nos habíamos intercambiado los papeles, él era yo y yo era él- quedamos pues mañana a las dos para comer juntos y luego ver una peli- ¡Dios mío! ¿ya era viernes?-Ciao. pi pi pi...- por supuesto había colgado sin esperar contestación; siempre hacía lo mismo. Luz por su parte también colgó pero el teléfono volvió a sonar.

-Sabía que volverías a llamar para esperar respuesta- seguro que era él diciendole algo así como "bueno, al final sí, ¿verdad?", no había llamda que no lo hiciera, era un hombre de costumbres

-Emm, si llamó en mal momento puedo intentarlo más tarde- ¡Mierda! Era Vera.

-No, no. No es necesario, solamente pensé que eras otra persona.- ¡Que metedura de pata!

-Pero, ¿seguro?, sino llamó más tarde que no importa de verdad

-Que no mujer, no es necesario. Bueno, dime...- lo mejor era pasar el mal trago cuanto antes

-Mira, yo quería disculparme por lo haberlo mencionado antes

-Ciertamente no fue muy acertado

-Lo sé, pero como sabía que te lo tomarías mal...

-¡¿Qué?!, ¡No me he tomado mal lo que dijiste sino cuando lo dijiste!

-Ya, claro

-Verás, yo pensaba que eras mi amiga porque yo te caía bien y de repente descubro que te acercaste por interés, así que, sí, puede que eso me cabreara, pero lo que más me molesto es que solo me lo dijiste algo así como, no sé, ¿un mes después?, y es que como comprenderás es duro saber que solo se acercan a ti para poder llegar a tu mejor amigo.- Luz colgó cabreada y un enorme silencio invadió sus casas, tanto la de un lado como la del otro del hilo telefónico.

jueves, 29 de julio de 2010

¿Algo más que amigos? III

Las siguientes tres clases transcurrieron sin que Luz se diera cuenta pues solo podía pensar en él. Aquella noticia sin duda la había trastornado: a Alex le gustaba Erica pero ella le había rechazado y lo cierto es que él se había lanzado porque era consciente de que no iba a volver a verla hasta cierto tiempo después, exactamente un mes, porque se iba de intercambio. Desde luego no entendía en que podía favorecerla todo aquello, pero Vera le había explicado que, si él se iba, le resultaría más sencillo olvidarle. Aquel argumento no le terminaba de convercer, pero era lo único a lo que podía agarrarse en ese momento; deseaba con todas sus fuerzas que su amiga tuviera razón.

Salió la primera de clase y se dirigió a un parque cercano. Allí tumbada conseguiría aclararse, o al menos eso esperaba. Siempre iba a aquel lugar cuando necesitaba pensar y este era sin duda una clara ocasión.

-No pienses que te vas a escapar de mi tan facilmente- sobresaltada, Luz se dió la vuelta y vió a Vera- ¿sorprendida?

-No... yo... solo...- carraspeó, para aclarar sus ideas- ¿me has seguido?

- Bueno, solo me he interesado por donde ibas y como parecías tan absorta en tus pensamientos he preferido no distraerte- acto seguido sonrió de tal forma que parecía un angelito recien caido del cielo- ¿vienes mucho por aquí?

- Vera... desembucha, ¿a qué has venido?- su mirada era determinante y sin duda no admitía bromas

-Solo quería explicarte como tengo pensado apartarte de la cabeza a Alex- Vera era simpática y guapa aunque no era una belleza, su estatura era normal y sus ojos marrones, aunque en ellos había una chispa de vitalidad que les daba un toque especial.Continuó hablando al no encontrar respuesta, ni para bien, ni para mal- debes fijarte en otros chicos y darte cuente de que ese idiota no es el único en el mundo- se notaba que nunca le había caído bien, aunque Luz no entendía la razón.

-Es que lo tiene todo, es guapo,- bueno quizás no fuera mister mundo pero su flequillo, que le cubría uno de los ojos, su sonrisa y su mirada tenían más que encandilada a Luz- simpático, inteligente,- Luz no estaba enamorada de él pero ciertamente le gustaba mucho- no se puede pedir más en un chico

-Sí que se puede, como por ejemplo que te quiera- hizo una pausa para reenfocar la cuestión, se había alterado al tener que hablar de él- verás Luz, tu eres una chica estupenda y hay mil y un tíos que estarían encantados de estar contigo, pero te has empeñado en que sea él, y ahora debes abrir de nuevo las puertas para que entren nuevos aromas, no sé si me explico- tragó saliva, miró a los lados, bajo la vista, y luego, al levantarla, continuó- eres fantástica y él no te merece, te lo digo con el corazón en la mano- parecía triste y abatida, como si estuviera cansada de luchar, aunque Luz no sabía contra qué.

-De acuerdo- ¿qué otra cosa podía decir viendola así?- lo intentaré, pero no prometo nada, además estoy segura de que exageras mil y uno son demasiado pocos...- las dos rieron cómplices de aquella pequeña broma. Al menos, Vera, ya no parecía tan triste.

-Perfecto- sonrisa triunfal- desde hoy mismo empezaremos; para ser más exactos, desde ahora- y sin previo aviso la engancho del brazo y se la llevó lejos a Dios sabe donde para hacer quien sabe qué.

Cierto tiempo después, tras haber andado largo trecho llegaron a un pequeño y coqueto café que para estar en el centro tenía muy poca gente dentro. Las sillas y mesas parecían antiguas, de otra época y Luz se preguntó cuantas historias habría vivido aquel hermoso mobiliario. Mientras, Vera buscaba un sitio al fondo donde menos gente hubiera y, ciertamente, no había nadie cerca de ellas. Se sentaron una enfrente de la otra y empezaron a hablar de sus vidas antes de conocerse, de sus sueños, sus aficiones, sus familias, sus amores, sus desengaños. Las palabras brotaban de cada una de ellas como si se conocieran de antaño, recordando anecdotas y riendose de todas sus meteduras de patas, eso sí, todos recuerdos compaertidos, que siempre serán de las dos.

Vera no podía dejar de pensar en lo mucho que le gustaba aquel chico y, sobre todo, en su negativa. Solo esperaba que a Luz no le pasara, pero sobre todo tenía claro que debía contarle que él todavía le gustaba.

viernes, 23 de julio de 2010

Vivir a todo color III

"¡Oh Dios mío! ¿cómo he podido?, ¡¿qué he hecho?!". Eso pensaba Eva mientras trataba de vestirse lo más rápido posible para poder llegar a su cita con Víctor por su cumpleaños. "¡Encima se me ocurre hacerlo el día de su cumpleaños!". Y mientras, ella, se terminaba de calzar en el ascensor de camino a su coche, estacionado en el aparcamiento de aquel hotel, le sonó el móvil.

-¿Sí?

-Hola cariño- maldita sea era él ¿me habrá pillado? No, imposible.- ¿donde has dicho que íbamos a cenar?-uf! Menos mal. Salvada.

-No recuerdo habértelo dicho

-¿Seguro?, yo recuerdo que era un sitio lujoso- desde el otro lado de la línea, Víctor, intenta sonsacarle el lugar donde irán esa noche, pero Eva es demasiado meticulosa. Siempre mide sus palabras. Jamás se le escapa nada. "Que fastidio, no lo voy a conseguir", pensó.
-Claro, porque es lo te he dicho, que era lujoso, pero no pienso decirte el nombre- nada no hay manera, no suelta prenda

-De acuerdo no importa nos vemos en tu portal y no me hagas esperar demasiado, adiós

-Ciao y hasta ahora- gracias a Dios que no se ha dado ni cuenta. ¿Qué habría pasado si llega a enterarse de que estaba con otro? Mientras lo piensa vuelve a sonarle el móvil.

-¿Sí?
-Hola guapa, ¿quieres que quedemos mañana?

-No sé, es que... he cometido un error al tomarme contigo la última copa, no debe repetirse, ¡no te das cuenta de que tengo novio!
-Y desde cuando es ese un inconveniente; no tiene porque enterarse si tu no quieres.

-Lo siento no puedo quedar contigo, tendrás que conformarte con ser mi amigo y olvida lo que ha ocurrido antes ¿de acuerdo?

-Vale, pero con la condición de que quedes conmigo para tomar un café

-Sí, claro, un café; ¡que más quisieras!

-Lo prometo, solo un café- después de un rato de silencio tenso él añadió- como amigos y nada más, ¿de acuerdo?

-De acuerdo... ¿donde quedamos?

-Pues en la Puerta de Murillo ¿ok? Ya sabes en el Museo del Prado

-De acuerdo, allí a las nueve

-A las diez y así nos tomamos unas tapas para cenar

-Pero...

-...y luego cada uno para su casa; lo prometo

-Vale...

-Ok, hasta mañana guapa

-Ciao, hasta mañana- la línea se cortó y Eva se quedó con la sensación de ser una bruja, aunque no era para menos, y es que los remordimientos la torturaban de tal manera que decidió contarle todo lo ocurrido a Víctor, bueno, puede que todo, todo, no, pero sí lo más importante.

En la misma ciudad y a la misma hora, pero a cierta distancia.

-Venga, anímate hombre, que te veo muy decaído- Jorge, el mejor amigo de Víctor, también esta pasando por un bache, pero el suyo es económico- ya verás como lo superamos.

-Sí, claro, como no. Y el mundo mañana cuando me levante habrá cambiado de color; ¡será rosa!

-No, por favor. ¡Que hortera!- Ambos explotamos en carcajadas. Jorge y sus salidas. Hace cuánto que no me reía así. Pero él siempre lo consigue.- Tenemos que celebrar tus cumpleaños con algo más que un par de birras, así que mañana te llevo a un sitio por la noche y luego nos vamos de fiesta, ¿qué te parece?

-Bueno, lo cierto es que no...

-Nada de escusas, esta vez no acepto un no por respuesta

- ¿Y cuándo lo aceptas?- Volvemos a reírnos de mí pequeña parida. Es el mejor.

-En tal caso mañana a las diez en la Puerta de Murillo del Museo del Prado
-De acuerdo. Allí estaré-y chocamos nuestras jarras de cerveza sin saber que mañana cambiará todo para mí. Ajenos a lo que se me avecinaba.

martes, 20 de julio de 2010

El primer amor (para una chica)

Quién no ha soñado alguna vez con ese chico perfecto, aquel que nos enamorará con solo una mirada pero al que no mostraremos lo que sentimos hasta que no podamos aguantar más, pese a que sabemos que en la mayoría de los casos no será así. Ese que estará dispuesto a hacer cualquier cosa por protegernos y que nos sorprenderá con explendidos, fantásticos y divertidos detalles.

Ciertamente es una fantasía, pero ¿y si un día se cumpliera?.

Por supuesto, y para empezar, sería necesario que ellos entendieran lo que nos gusta; como las citas románticas, las miradas dulces, apasionadas e interminables, tumbarnos en cualquier parte y mirar las estrellas y la luna o el sol y el azul del cielo mientras el corazón nos palpita desenfrenadamente porque sabe que él esta a nuestro lado, etc.

¿Pero qué es lo verdaderamente importante del primer amor?, para mí, la magía de tener esa sensación nueva y no lo digo precisamente porque sea una experta, pero estoy bastante convencida de que cuando nos enamoremos por primera vez sentiremos algo especial, e incluso el mundo tomará un color diferente, más intenso, más dulce, mas cálido. El día y la noche se fundiran y nuestra cabeza solo sabrá pensar en una cosa, en él. Y durante el tiempo que dure tendremos la absurda certeza de que será infinito y no tendrá límites en el tiempo.

¿Qué nos queda cuando acaba? Un vacío quizás, o ,tal vez, un recuerdo más; no, yo creo y confío en que si acaba sea una bonita historia, aquella que escribirías en un diario o contarías cada día a tu mejor amiga, un relato imborrable que guardaremos para siempre en alguna parte de nuestra corazón, este que en su día le perteneció pero que por lo que sea nos ha sido devuelto.

Puede que lo único que podemos hacer es disfrutarlo y amarlo como si realmente fuera para siempre, porque quién sabe, quizá lo sea; así que aprovecharlo y atarlo para que jamás se escape.



lunes, 28 de junio de 2010

Vivir a todo color II

Al salir por la boca del metro sentía el aire contaminado. No podía parar de pensar en que mi vida, con solo 24 años, ya era monótona y aburrida. La rutina me atrapada cada día en una interminable espiral de la que nunca he conseguido salir.

Cuando llegue a la revista vi a mi chica apoyada en el recibidor. Era guapa y simpática, siempre había sido la tía más buena del grupo y para ser sinceros jamás imagine que fuera mía, pero lo fue y poco después me di cuenta de que le sobraba una de todas sus cualidades, era demasiado independiente. De hecho en más de una ocasión ya me ha rechazado al pedirla vivir juntosporque aunque parezca extraño soy yo quien se lo ha pedido, que ¿por qué? muy sencillo no quiero seguir en la casa de mis padres ni comprarme un piso yo solo.

-¡Eva!- se giró y como si estuviera observando a la mismísima diosa afrodita, abrí la boca de par en par, ¡estaba radiante!. Llevaba ese magnífico vestido que le había regalado para su cumpleaños, aquel que marcaba cada una de sus curvas, y por si ese fuera poco encanto, me sonrió con esa partícular forma suya que tanto me gustaba y me volvía loco. Entre tanto yo me había acercado a ella- ¿qué haces aquí?

-Solo venía para enseñarte el modelito que me voy a poner para la cena de esta noche por tu cumpleaños- ¡oh Dios mío!, era cierto, ¡mi cumpleaños! - Quiero que esta noche te vayas a la puerta de mi casa, con tu mejor traje, y me esperes. Llegaré a eso de las diez ¿ok?- sin palabras, totalmente mudo, ¡era mi cumpleaños y ni siquiera lo había recordado!- ¡Víctor!


-Sí, claro, por supuesto. Estaré allí- se disponía a irse cuando me besó. Me encantaban sus labios, eran dulces, sensuales y seductores a la vez. Aquella era mi chica, esa mujer casi perfecta que solo me besaba a mi.

Enbelesado fui al ascensor y subí hasta el tercer piso donde me espera esa odiosa rutina de la que tanto os he hablado. No me sentía con fuerzas para currar y lo cierto es que aunque estuviera allí terminaría haciendo poca cosa; pero la realidad es esta y hoy por hoy si no trabajas no comes, es ley de vida.

domingo, 27 de junio de 2010

Entre luces y sombras III

Todos los allí presentes enmudecieron porque para bien o para mal cada uno de ellos en sus pensamientos creían lo mismo.

Gema estaba aterrada. "Menuda panda de locos" pensó para sus adentros, "que pena que un chico tan guapo se desperdicie de esta forma".

-Mirar, no entiendo nada, pero sé y estoy segura de que jamás lo entenderé- Gema estaba buscando las palabras adecuadas, pero es que no tenía otro nombre que...- secta, esto parece una verdadera seecta; "Daniel, tú no eres como ellos", "un mundo que se debate entre luces y sombras", ¡que chorradas!- las carcajadas empezaron a brotar sin que pudiera hacer nada para contenerlas- y por si fuera poco me habeis llamado... como era... ¡luz!- su risa lleno la habitación cubriendo el silencio incómodo en el que se habían sumido los demás mientras ella hablaba.

-¡Basta!- Gema paro de reir a la vez que todos miraron al chico robusto de antes- es suficiente, quizás sea necesario que veas para creer- sus palabras estaban tan afiladas como el filo de una navaja y provocaron unos sentimientos en Gema que jamás había sentido juntos, estaba confundida, aterrorizada y nerviosa, a la vez.

-Rubén, no creo que sea necesario...- Daniel parecía estar tan atemorizado como Gema- yo la haré entrar en razón

-No creo que lo consigas y no tenemos el suficiente tiempo como para comprobarlo, así que será mejor que lo descubra por si sola; por favor Eric, procede- su voz era serena y autoritaria, sin duda alguna era el líder de todos los que allí estaban congregados.

-¡No!, te lo ruego, por favor, déjame intentarlo- sus ojos se teñían de lágrimas a la par que mi corazón se encogía por el miedo. Rubén fue despacio hacía este y tomo la barbilla de Daniel con sus manos.

-No hay tiempo, es necesario- Daniel cerró los ojos con fuerza mientras se levantaba con cautela.

-En tal caso, prefiero irme- y tras pronunciar aquellas palabras cargadas de rabia contenida, o al menos eso pensó Gema, se marchó con paso firme hacia la puerta, la cual, no había podido observar hasta ese instante. "¿Qué tendrán pensado hacer conmigo para que ni siquiera Daniel, que parecía tan fuerte y valiente, quisiera verlo?" pensó mientras la cabeza le daba vueltas y la habitación giraba a su alrededor a un ritmo vertiginoso.

-Eric, ¿serías tan amble?- no era una pregunta, era una orden, cortes, pero orden. Este, que era el más pequeño de los chicos, se encaminó de forma sigilosa a la posición de Gema y antes de que ella pudiera hablar, Eric hizo un leve movimiento con el que la dejó tumbada en el suelo, inconsciente.

sábado, 26 de junio de 2010

¡Adelante!

Por que debemos darnos cuenta de que siempre hay algo o alguien por quien luchar.

Entre luces y sombras II

Cuando abrió los ojos lo único que podía ver era oscuridad. El aire de aquella habitación estaba tan cargado de humedad que el simple hecho de respirar se convertía en una tortuosa rutina. En ese preciso instante su olfato, tan bueno como de costumbre, captó un olor desagradable que se acercaba a ella. Las luces, o mejor dicho la única que luz que había y que colgaba precariamente del techo, se encendió, y en cuestión de segundos una especie de sombras se transformaron en personas, para ser exactos tres chicos y dos chicas. Todos, más o menos, de la misma edad de Gema. El más corpulento de todos empezó a dar vueltas alrededor de esta, que estaba atada a una silla que parecía sacada de la época victoriana, mientras hablaba con la voz que utilizaría alguien con años y años de experiencia en la vida, la voz de la sabiduría:

-¿Sabes por qué estas aquí?- un escalofrío le recorrió el cuerpo "¿había escuchado antes esa voz?", pensó para sus adentros.

-No... no-o te-tengo ni ide-ea- no podía controlar su voz, sencillamente estaba tan aterrorizada que ni lo intentaba siquiera.

-Pues...- una de las chicas empezó a hablar mientras con la mirada pedía permiso al chico corpulento para continuar- yo misma te lo puedo decir- una sonrisa atravesó su rostro, ahora casi podría parecer un ángel, casi- estas aquí sentada, porque aquello que te rodea, no es lo que tu crees, no es lo que tu piensas, no se parece a la verdadera realidad- "¿verdadera realidad?", aquella chica estaba loca, "¿acaso alguien puede imaginarse una falsa realidad?", no tenía ni pies ni cabeza...
-Mira, no entiendo que hago aquí, pero estoy segura de que no es a mi a quién buscabais- Gema, sin duda había conseguido calmarse y tomar consciencia de lo que le rodeaba, o al menos eso pensaba- si con lo que has dicho, te quieres referir a un mundo de fantasía, desde luego, te has equivocado de persona...

-Nosotros somos sombras y ella es luz, no debería estar aquí- dijo uno de los otros dos chicos, sin duda el más pequeño porque, aunque realmente aparentaba la misma edad que los demás, parecía mucho más joven e inmaduro... un momento... "¿ha dicho que soy luz? y ¿él es sombra?"

-Yo también soy luz y estoy con vosotros- era el otro chico, el más guapo sin duda y a la vez distinto a los demás

-Pero tú eres diferente, Daniel, tú eres de los nuestros, y no de esas luciérnagas sin corazón- se llamaba Daniel... espera, "¿y eso a mi, que más me da?, céntrate Gema, céntrate"

-¿Podeis explicarme que esta pasando aquí?- ya era suficiente, necesitaba entender lo que estaba pasando.

-Sencillamente, formas parte de todo aquello en lo que te niegas a creer, y no me refiero a vampiros, hombres lobos, hadas o duendes, sino...- Daniel le interrumpió



-Perteneces a un mundo que se debate en silencio entre luces y sombras; ambas partes importantes y destinadas a coexistir para poder existir.

sábado, 19 de junio de 2010

Entre luces y sombras

Gema estaba paseando con las demás chicas por un parque cercano a su casa cuando surgió la discusión:

-Es obvio que la magia y la fantasía, con todos los seres mágicos que forman parte de ella, son irreales- argumentaba ante sus amigas- ¿Acaso creéis que de verdad existen los vampiros, los hombres lobo, las hadas, los duendes y toda esa fauna de la que hablan?- preguntaba irónicamente, indignada ante la idea de que verdaderamente pensaran que todas esas cosas eran tan reales como ellas.

-Pues claro que existen, están tan presentes en este mundo como tú y como yo- declaraba Elisabeth totalmente convencida

-¿Quién no ha pensado que nos pueden estar observando en este preciso instante?- preguntaba Felicity a la vez que se reía por aquella aparente obviedad

-¡Yo!- gritó Gema, cansada de esa estúpida conversación.

Enfadada se desvío del camino de asfalto que seguían las demás y empezó a andar rumbo a Dios sabe donde por un sendero de tierra. Todas la chillaban a su espalda que volviera, pero ella estaba harta. Era ridículo tener que soportar a cuatro chicas de entre 15 y 16 años hablando sobre cosas tan imposibles como que el día sea noche o viceversa; pero si algo tenía claro es que ya ni siquiera merecía la pena intentar hacerlas entrar en razón.

Anduvo largo trecho cuando se dio cuenta de que estaba perdida. Se sentó en una piedra que había a un lado del camino e intentó concentrarse lo suficiente como para orientarse y volver a casa. Ya estaba anocheciendo y los senderos más recónditos de un parque a oscuras no son demasiado seguros.

Oyó un ruido a su espalda. Se giró para ver que lo había producido y vio a un ser oscuro, no, en realidad se parecía más a una sombra, que se abalanzaba sobre ella; ya era demasiado tarde como para correr y le parecía tan inútil gritar que se dejo llevar por aquel extraño fantasma tenebroso.

jueves, 17 de junio de 2010

Vivir a todo color


Como cada mañana, me levanto temprano, me visto,me preparo el desayuno para llevar y me lanzo a la calle, porque, para variar, llego tarde a la oficina. He optado por el metro, ese agobiante medio de transpote que nos translada de un lugar a otro como sardinas en lata, y me lleva directo a mi usual y corriente destino: la revista

Lo siento, aún no me he presentado, que despiste; pues bien, mi nombre es Víctor y lo único que me falta en esta vida es un piso propio, porque vivo todavía en la casa de mis padres; una familia normal, ya que mis padres solo desean que me vaya de casa, mis primos me torturan y mi perro, si es que puedo incluirlo en esta categoría, me muerde cada vez que me ve; una novia común, que no reulla el hecho de irnos a vivir juntos después de tres años de relación; y, por último, un buen empleo.

Empezaré por este último, porque sinceramente es el más fácil de explicar. De pequeño, y como todos, yo quería llegar a ser alguien, quería ser astronauta; y direis "que típico", pues sí, pero era lo que quería. Por supuesto cambie muchas veces de opinión, que si esto, que si lo otro; cuando ya estaba convencido, y ya era hora, porque estaba a punto de acabar el bachiller, decidí estudiar derecho, para ser un prestigioso abogado, pero ocurrió algo que puso mis planes patas arriba: mi padre decidió traspasarme su negocio. ¡¿Os lo imaginais?! El alto cargo de una fábrica de productos de limpieza, ¡que honor! Mis planes al traste y mi vida arruinada para siempre.

Pensaba que no podía pasarme nada peor, pero por supuesto ocurrió. Poco tiempo después de estar al frente de la empresa, y ya sin posibilidades de ir a la universidad, el negocio quebró. Mi padre tenía dinero ahorrado y podía vivir con lo que le daban de jubilación, pero yo... no tenía nada. No podía estudiar, ni sacarme una carrera, ni optar por ser abogado. Tenía 19 años y ya estaba en paro.

Más o menos después de un mes, conseguí un puesto en una oficina como secretario, y entre encargo y encargo, por que sinceramente te pluriemplean, conseguí estudiar para ser periodista, trabajo que me había llamado la atención a raíz de escribir artículos para deleite personal.

A duras penas conseguí sacarme un módulo de periodismo y empecé a hechar mi curriculum a todos los periódicos y editoriales.
Un año después me ofrecieron un empleo como becario y lo acepte. De nuevo me ví relegado a chico de los recados, y justo en esa fase estoy ahora.
Quizás creais que mi vida es como la de todos los demás, pero sinceramente os puedo decir que, estariais muy equivocados.

miércoles, 16 de junio de 2010

¡Celebra la vida!

La vida hay que disfrutarla, así que aprovecha, porque este es tu momento.


martes, 15 de junio de 2010

Gestión del tiempo

Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia.

Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja del tamaño de un puño y preguntó: "¿Cúantas piedras piensan que caben en el frasco?"

Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: "¿Está lleno?"

Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió: "¿Está lleno?"

Esta vez los oyentes dudaron: Tal vez no. ¡Bien! Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba entre los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava. "¿Está lleno?" preguntó de nuevo. "¡No!", exclamaron los asistentes.

Bien dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba.

"Bueno, ¿qué hemos demostrado?" preguntó.

Un alumno respondió: "Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas".

"¡No!", concluyó el experto: "Lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas depués".

¿Cuáles son las grandes piedras en tu vida? Tu familia, tus amigos, tu salud, la persona a la que quieres,... Recuerda, ponlas primero. El resto encontrará su lugar.

lunes, 14 de junio de 2010

¿Algo más que amigos? II

Sentía bajo sus yemas el frío acero de la barandilla mientras bajaba las escaleras hasta el patio. Miró a su alrededor y estaba sola. Nadie podía ver las lágrimas que se deslizaban lentamente por su mejilla, ni como había empezado a temblar ante la espectativa de pasar un día más entre aquellos muros, viéndole a cada momento; aquello era sin duda toda una tortura para su débil corazón.

Sin que se lo esperara, alguien a sus espaldas le tapó los ojos con las manos:

-¿Quién soy?- Luz sobresaltada se llevó las manos a los ojos y se seco las pocas lágrimas que quedaban en su moflete a la vez que se zafaba de las manos de Vera, pues sin duda era ella.

-No estoy de humor

-Pues vaya... yo que traía una super noticia...- con la boca hizo un gesto de falsa tristeza y abrió los ojos que encerraban una "inocente" expresión de corderito, todo sin duda para que se interesara por lo que tenía que decirle.

-¿Donde estabas? No te había visto la verdad- dijo Luz extrañada a la vez que miraba a su alrededor para buscar el lugar de donde tan silenciosamente había salido Vera. Esta a su vez, decepcionada por la indiferencia de su amiga, puso mala cara.

-Qué más da... vamos a lo importante- no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad de contarle esa fantástica noticia- ¿sabes? me he enterado de que Alex quiere salir con Erica, la chica pelirroja que hay en nuestra clase- al oir aquellas palabras su corazón se rompió en mil pedazos, su "Caballero Orgulloso" ya quería a otra, a esa chica pelirroja de ojos color miel que estaba sentada en primera fila, al lado de la pared que daba al pasillo, y que encima se llamaba Erica, ¡pero se puede saber que tipo de nombre es ese! No daba crédito.

De repente una lágrima volvió a brotar de sus ojos como detonante de todo un mar de llanto. Salió corriendo sin ver del todo bien por donde pisaba, solo sabía que tenía que salir de allí. Abrió la puerta del baño, dejó que saliera el agua a borbotones del grifo y comenzó a lavarse la cara una y otra vez, como si aquellas gotas se fueran a llevar de un golpe su dolor. Cansada de guardar la compostura cayó al suelo y continuó llorando, hasta que se quedara seca como una mojama, hasta que esa fatídica noticia desapareciera, se borrara de su mente y se fuera junto con sus sentimientos, pero ella bien sabía que era imposible.

Vera la abrazó de improviso y apoyó la cabeza de Luz sobre su hombro

-No llores más...- después de unos instantes continuó hablando- o sea, que era él ¿verdad?- bajo sus brazos, Luz se estremecía, sollozando a la vez que se enjugaba las lágrimas con el filo de su rebeca gris.

-Ya sabía que no puede ser pero... aún así...- la cabeza le daba vuetas a un ritmo vertiginoso a la par que su corazón latía tan rápido como mil caballos cabalgando a toda velocidad- pero... ¡no puedo olvidarle!- desconsolada, comenzó a llorar con mayor fuerza, agarrandose a Vera como si su vida dependiera de ello.

-Tranquila, ya sabes que dicen: "la esperanza es lo último que se pierde"; y tú no lo tienes todo perdido

-Cómo que no, ¡acaso no te has escuchado!, te recuerdo que le gusta otra, para ser exactos, una tal Erica

-Pero no has oído toda la noticia, ese era el principio y el resto te iba a agradar, pero como no me has dejado terminar...- Luz se separó de Vera para poder mirarle a los ojos; en ellos vió la amibilidad y la sinceridad de una buena amiga; ¿todavía había esperanza?

El timbre sono en ese preciso instante, anunciando el final de aquel atropellado recreo. Las dos amigas se levantaron y se dirigieron a clase, mientras Luz le suplicaba a Vera que le contara el resto de la noticia.

domingo, 13 de junio de 2010

"Caminante no hay camino" de Antonio Machado

Cuantas veces abremos visto, leído u oído algún fragmento de este peculiar y conocido autor que nació en 1875 y que a lo largo de su vida dejo una maravillosa obra a su paso con poemas como el que a continuación os escribo y que, a mi parecer, expresa de alguna forma su anelo de regresar a su país y a la vez su imposibilidad para hacerlo:

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

sábado, 12 de junio de 2010

¿Algo más que amigos?

Ensimismada, distraida, embobada, así estaba Luz en clase de lengua; absorta en sus pensamientos mientras miraba por la ventana observando el revoloteo de los pájaros que se mezclaba con el ruido del aula por la cual la profesora Clotilde paseaba, posando su mirada en cada uno de sus despistados alumnos que sin advertir apenas su presencia charlaban y se reían por todas esas cosas que se contaban unos a otros del fin de semana. Pero Luz tenía poco que contar, pues lo único en que conseguía pensar era en él. Un chico castaño de ojos marrones que se sentaba cerca de ella y al que conseguía observar gracias al reflejo que obtenía del cristal de la ventana. Quizá penseis que, por estos rasgos era como todos los demás, pero ella veía en él algo especial; su forma de hablar, de sonreir e, incluso, de andar eran diferentes a las de los demás.

Poco a poco había entablado una buena amistad con él, pero hay radicaba el problema; solo la veía como a una amiga.

Sus padres siempre le decían que el amor era algo natural, hermoso, mágico e incontrolable y que todo aquel que caiga en sus redes debe disfrutar de él; por supuesto ellos estaban muy enamorados y siempre habían conseguido superar cualquier crisis por grande que pudiese parecer.
Pero aquello a ella le parecían bobadas y cursilerías, porque el hecho de que te guste alguien es maravilloso mientras ese amor sea correspondido, de lo contrario pasa a ser un asco.

El timbre dio el aviso de que aquella estúpida clase por fin había llegado a su fin, y Luz solo podía preguntarse para que existiría una asignatura en la que nadie aprendía nada; o ¿acaso alguien sabía cual era el temario de ese año?, desde luego, ella no. Definitivamente las clases de lengua, si las daba la señora Clotilde, no tenían ningún sentido.

Entre tanto todos se habían levantado y se disponían a salir por la estrecha puerta en tropel. Vera, que era una de las amigas de Luz, se acerco a ella con sigilo, evitando que esta se diera cuenta.

-En qué piensas que estas tan distraída- le dijo Vera asustándola, a la vez que la sacaba de sus ensoñaciones.

-Pues tan despistada como los demás, ¿o es que has visto a alguien atendiendo y yo no me he dado cuenta?- desde luego intentaba eludir el hecho de tener que responder realmente a aquella simple y a la vez complicada pregunta.

-A mi no me engañas, a ti te pasa algo y sabes que lo terminaré descubriendo- se dió la vuelta para marcharse y cuando llegó al marco de la puerta se apoyó en él y añadió- por cierto, ¿no te había dicho nunca que mientes fatal?- salió de la clase e inmediatamente después se echó a reir con sorna del intento fallido de Luz por ocultar ese espantoso sentimiento que le revolvía el alma y le hacía latir el corazón como si fuese a salirse de su pecho, ese frustrante y a la par agradable sentimiento.

Sin duda y como siempre, Vera descubriría su pequeño y a la vez tan importante secreto; estaba enamorada, y si no lo estaba le faltaba poco, de aquel chico castaño de ojos marrones al cual para sus adentros, y de forma humillante si lo supieran los demás, ella había apodado "El Caballero Orgulloso", y sabía que jamás sería mutuo.

Definitivamente, el amor es un asco.

viernes, 11 de junio de 2010

Los novatos pagamos el pato

Lo cierto es que este es mi primer blog así que ruego seais condescendientes conmigo y sepais perdonar los errores que muy probablemente iré cometiendo.
En este espacio intentaré liberar todas esas cosas que me oprimen en la vida, la cual no es ni dura ni complicada, a través de cuentos, reflexiones, anécdotas,...
Ni mucho menos espero que este sea un rotundo éxito ni soy tan ilusa como para pensar en que tendrá muchos fans, pero lo cierto es que todo eso, lejos de preocuparme, me es indiferente pues no busco más que la sincera opinion de todo aquel que en algun momento se haya sentido interesado por este blog.
Gracias por leerlo y... ¡espero que os guste!=)