jueves, 17 de junio de 2010

Vivir a todo color


Como cada mañana, me levanto temprano, me visto,me preparo el desayuno para llevar y me lanzo a la calle, porque, para variar, llego tarde a la oficina. He optado por el metro, ese agobiante medio de transpote que nos translada de un lugar a otro como sardinas en lata, y me lleva directo a mi usual y corriente destino: la revista

Lo siento, aún no me he presentado, que despiste; pues bien, mi nombre es Víctor y lo único que me falta en esta vida es un piso propio, porque vivo todavía en la casa de mis padres; una familia normal, ya que mis padres solo desean que me vaya de casa, mis primos me torturan y mi perro, si es que puedo incluirlo en esta categoría, me muerde cada vez que me ve; una novia común, que no reulla el hecho de irnos a vivir juntos después de tres años de relación; y, por último, un buen empleo.

Empezaré por este último, porque sinceramente es el más fácil de explicar. De pequeño, y como todos, yo quería llegar a ser alguien, quería ser astronauta; y direis "que típico", pues sí, pero era lo que quería. Por supuesto cambie muchas veces de opinión, que si esto, que si lo otro; cuando ya estaba convencido, y ya era hora, porque estaba a punto de acabar el bachiller, decidí estudiar derecho, para ser un prestigioso abogado, pero ocurrió algo que puso mis planes patas arriba: mi padre decidió traspasarme su negocio. ¡¿Os lo imaginais?! El alto cargo de una fábrica de productos de limpieza, ¡que honor! Mis planes al traste y mi vida arruinada para siempre.

Pensaba que no podía pasarme nada peor, pero por supuesto ocurrió. Poco tiempo después de estar al frente de la empresa, y ya sin posibilidades de ir a la universidad, el negocio quebró. Mi padre tenía dinero ahorrado y podía vivir con lo que le daban de jubilación, pero yo... no tenía nada. No podía estudiar, ni sacarme una carrera, ni optar por ser abogado. Tenía 19 años y ya estaba en paro.

Más o menos después de un mes, conseguí un puesto en una oficina como secretario, y entre encargo y encargo, por que sinceramente te pluriemplean, conseguí estudiar para ser periodista, trabajo que me había llamado la atención a raíz de escribir artículos para deleite personal.

A duras penas conseguí sacarme un módulo de periodismo y empecé a hechar mi curriculum a todos los periódicos y editoriales.
Un año después me ofrecieron un empleo como becario y lo acepte. De nuevo me ví relegado a chico de los recados, y justo en esa fase estoy ahora.
Quizás creais que mi vida es como la de todos los demás, pero sinceramente os puedo decir que, estariais muy equivocados.

1 comentario:

  1. En primer lugar, felicidades!!!
    En segundo lugar: no pretendas que las cosas sean como las deseas, deséalas como son....Más vale saber algo de todo, que saberlo todo acerca de algo
    En tercer lugar: carpe diem, con cabeza y madurez....pero carpe diem!!

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