sábado, 30 de abril de 2011

Reflexiones en alto

¿Creeis que existe el destino, ese camino predeterminado para nosotros que nos guía en un tira y afloja, conociendo perfectamnte que ocurrirá en nuestra vida? ¿ese sendero inevitable en el que hagas lo que hagas vas a caer? ¿realmente nuestro futuro esta predeterminado?

Es fácil pensar en las muchisimas ocasiones en las que las circunstancias y los hechos nos sobrepasaban; es inevitable recurrir a la experiencia que todos hemos padecido de no poder controlar lo que pasaba pese a las infinitas veces que lo intentaramos, parece imposible no aludir a la suerte cuando algo sale genial sin que lo esperaramos. En todas esas ocasiones tenemos la sensación de que hay algo que nos mueve, nos empuja, nos ayuda y nos tira, algo o alguien por encima de nosotros que nos intenta llevar por ciertos caminos.

Bien pues también podemos pensar en el hecho de que somos como somos, y que ante las mismas circunstancias reaccionaremos de la misma forma, pues al fin y al cabo no podemos cambiar la base sobre la que crecemos como personas, esa siempre estará ahí.

Y, sin embargo, me surgen serias dudas sobre esta forma de pensar. Puede que sea cierto pues, como he dicho, somos como somos y la vida, el azar y nuestra genética nos hace ser así. Somos previsibles, aún siendo totalmente imprevisibles. En tal caso, parece lógico incluso pensar en que nuestro camino pese a no estar andado ya esta trazado; y, sin embargo, somos nosotros quienes lo recorremos.

¿Sabeis que es aún más curioso? Que en realidad lo unico que hacemos en esta vida es elegir, tomar decisiones. Somos nosotros los que decidimos despertarnos cada mañana y dar un paso más, somos nosotros los que eligen seguir o quedarse parados, porque sí, es cierto que hay mil cosas que nos condicionan, incluidos nuestros instintos más primitivos, pero seguimos siendo nosotros los que decidimos si seguirlos o no, esa es la única razón por la que nos distinguimos de los demás animales, por el hecho de poder tomar el camino que queramos.

Dicho esto, vuelvo a la custión principal, ¿existe el destino?. Supongo que esperais que responda, que ponga fin a esta sarta de ideas contradictorias, pero no puedo, pues quien se tiene que responder es cada uno de vosotros.