sábado, 3 de septiembre de 2011

Forever's gonna start tonight

El dolor era agudo. Aún después de que lo peor pasara, seguía doliendo igual. Sin embargo, todo mal sentimiento se desvaneció en el preciso instante en el que le miré. ¿Cómo se podía querer tanto a alguien al que no habías visto antes?

Sin que pudiera evitarlo, las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. La felicidad me hinundó por completo. Él era parte de mí. Yo era parte de él.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al pensar en como un amor así puede cambiarlo todo. Cuando quieres a una persona de ese modo eres capaz de hacer lo mejor y lo peor. Yo sabía que por mucho tiempo que pasara, por muy mal que el pudiera portarse, por mucho que pudiera llegar a odiarme un día; yo, le seguiría queriendo.

Le abracé y le besé en la mejilla. Él abrió su ojos y me miró. En ese momento el corazón me dió un vuelco. Con solo una mirada, con tan solo esa mirada, ya me había atrapado para siempre. Noté el ritmo de su corazón al volver a abrazarle. Y comencé a llorar. Lloré de felicidad. Sí, durante toda mi vida tendría que cuidar de él, que preocuparme por él, tendría que enfadarme y él se enfadará conmigo; pero sin él, toda esa vida perdería el sentido.

Volví a separarle de mi y observé sus bonitos ojos verdes.

- Sí, cariño, yo siempre estaré aquí, velando por ti y queriéndote con toda mi alma y mi corazón. Tú no solo eres mi hijo, a partir de ahora serás más importante que mi propia vida.

Le besé levemente en su rechonchito y pequeño pómulo. "Te quiero y lo único que pido es que tú me quieras a mi." Y sin poder evitarlo sonreí ante aquella idea.

1 comentario:

  1. Esperanza, fuerza, vulnerabilidad, inocencia, futuro, valentía, pureza, amor, confianza....Un bebé es dueño de todo eso, y más.

    ResponderEliminar