En un parque de la ciudad a media tarde...
-Llevamos unn buen rato hablando y todavía no me has dicho cómo te llamas ni a quién esperas
-Vale. Me llamo... April, y da igual a quién espere, después de media hora, no creo que aparezca
-Pues dejamé decirte que ese tío es idiota. No se puede dejar plantada a una chica como tú.
-¿Cómo yo? ¿Qué sabrás tú de mi? ¿Solo hemos hablado durante los últimos diez minutos y ya crees conocerme? Además tu también estarás esperando a alguien ¿no?
-No, yo he venido aquía pasear. Se respira aire fresco y se conoce a gente muy simpática mientras esperana un chico que no aparecerá, ¿no crees?
-Yo ya no sé que creer. Bueno me tengo que ir. Ha sido un placer.
-¿Y ya está? Bueno, deja que te haga una última pregunta. ¿Tú conocías al chico con el que habías quedado?
-¿Qué?
-Pero si la pregunta es muy sencilla, ¿qué si le conocías? ¿qué si le habías visto antes o hablado con él?
-Pues, bueno... No. Unos amigos nos han puesto en contacto, hemos hablado por el messenger pero nada más. Él es del sur y ha venido unos días para visitar la capital. Le dije de quedar aquí pero puede que se haya perdido o que, directamente, no quiera venir.
-Entonces, hoy es tu día de suerte. Sí, no me mires así. Yo soy del sur y me quedo aquí por una temporada. Además creo que acabo de encontrar a mi cita
-¿A quién? Un momento, ¿tú eres...?
-Manuel, mucho gusto.
-Cómo no me lo dijiste antes
-Es que no me djiste tu verdadero nombre, así que no sabía si eras tú
-Pues claro que soy yo.
-No me queda la menor duda. Así que, encantado de conocerte María, o tendría que decir April.
Ella sonrió. Él sonrió. Y se fueron juntos a disfrutar de aquella peculiar cita
Cuando en mi sueño me dijiste que me querías no escuché una palabra, lo supe cuando te vi y sentí aquel beso, cuando aprecié tu dulce sonrisa y....cuando me cegó tu infinita mirada.
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